Cuando era joven, más joven de lo que soy actualmente, solía decir que la ciudad no era lo mío. Que lo que a mí me gustaba era la vida en el campo. Una casa en la montaña, rodeada de pinos, envuelta en la bruma. Ese era el sueño. Pero con el paso del tiempo, y a pesar de mi disgusto generalizado por cosas como los molotes y ruidos excesivos que son características del entorno citadino, descubrí cada vez más que sufría de un inexplicable apego a la ciudad; llegando hasta el punto de darme cuenta que, si no estoy en la ciudad, me siento como un extraño.-(No Hay Amor) En el Corazón de la Ciudad
Así empieza mi más reciente columna para 89db. En ella hablo un poco de mi relación ambivalente con la ciudad (en este caso, San José) al mismo tiempo que aprovecho para darle un repaso a algunas películas que han tocado el tema de la ciudad como eje central: Berlín: Sinfonía de una Gran Ciudad, Koyaanisqatsi, My Winnipeg, Of Time and the City, Los Angeles Plays Itself y London.
Aún cuando no soy una persona muy tolerante de aspectos como los gentíos, la contaminación y el ruido excesivo de las grandes ciudades del mundo, los intentos por capturarlas a estas en celuloide me fascinan. Es más, una película puede ser mediocre, que si logra capturar un ambiente urbano de alguna manera interesante, eso es todo lo que necesito para que me guste la película. En los próximos días espero exponer un poco más mi interés por la cinematografía urbana en este blog.
También el mes pasado publiqué una columna relacionada con el tema de los movimientos revolucionarios setenteros en los países desarrollados, utilizando como ejemplo a La Chinoise, The Baader-Meinhof Komplex y United Red Army. Pueden leer la columna aquí y el resto de mis columnas por acá.
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