martes, 23 de febrero de 2010

Burma VJ (Ostergaard, 2008)


En setiembre del 2007, centenares de monjes budistas salieron a las calles de Birmania a protestar contra la dictadura de la junta militar y las condiciones de miseria general en las que vive la población. A las protestas, iniciadas luego de un abrupto aumento en el precio de la gasolina, pronto se le unieron miles de civiles quienes abandonaron el miedo y marcharon por las principales ciudades del país buscando un cambio.

La dictadura militar, después de unos días de indecisión, lanzó todo su aparato represor sobre los manifestantes, cerrando calles, prohibiendo reuniones de más de cinco personas, saqueando monasterios, arrestando monjes y dispersando violentamente a todos aquellos que se atrevieran a marchar. Después de unos días, las protestas se habían extinguido ante el temor a una matanza mayor.

Birmania es uno de los países más herméticos del mundo. El movimiento de los periodistas es sumamente restringido y no existe una prensa independiente legal. Pero sí existe un grupo de periodistas clandestinos quienes se sobreponen al riesgo de ser arrestados y perder su vida con tal de informarle al mundo entero lo que sucede al interior de Birmania. Esos periodistas fueron los que les proporcionaron las imágenes de las protestas de setiembre del 2007 a los medios internacionales y Burma VJ es un documental acerca de ellos.


Burma VJ sigue los pasos de "Joshua", uno de los líderes de la Democratic Voice of Burma, una estación satelital con base en Oslo que transmite clandestinamente noticias en contra del régimen militar hacia el interior de Birmania . Joshua es uno de los reporteros que logra capturar en vídeo las primeras protestas pero debe huir a Tailandia luego de ser arrestado. En Tailandia se convierte en el encargado de coordinar todas las labores de los reporteros birmanos durante las protestas.

El documental está compuesto principalmente por las imágenes capturadas por los reporteros durante esos días de setiembre en que una salida democrática a las protestas parecía posible. Es conmovedor ver el apoyo de la población a estas manifestaciones, aún conociendo el gran riesgo personal al que se enfrentaban. Al final de cuentas, esta no es solo la historia de un grupo de valientes reporteros, es también la historia de una nación que todavía guarda un ferviente anhelo de libertad aún teniendo en contra a uno de los regímenes más opresores del mundo. Pero el pueblo birmano ya no puede soportar tanta muerte y, apenas la dictadura militar suelta la violencia, no queda otra que dejar la lucha democrática para otro momento.


El documental, dirigido por el noruego Anders Ostergaard, logra mantener la tensión durante toda su duración, hasta llegar al trágico y triste desenlace. Una de las últimas imágenes grabadas por los reporteros antes de escapar hacia las zonas rurales para evadir el arresto fue la de un monje budista ensangrentado flotando boca abajo en un lago. Un recordatorio del precio que hay que pagar en Birmania por enfrentarse al poder militar.

Pero Joshua no se da por vencido. Decide volver a Birmania para reclutar a un nuevo grupo de reporteros que estén dispuestos a arriesgar su vida para mostrarle al mundo la dura realidad de su país. Y a lo mejor serán estos reporteros los encargados de documentar la ansiada transición a la democracia de la nación birmana.

Burma VJ se encuentra nominada al Oscar a Mejor Documental del año. La pueden bajar aquí.

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